10 agosto, 2008

¿Los incas estuvieron en la Isla de Pascua?

CONTRACORRIENTE
Fuente : El comercio
¿Los incas estuvieron en la Isla de Pascua?
Misterio por resolver"
Por Miguel Ángel Cárdenas M.
No alcanzarían las piedras del mundo para escribir sobre los misterios de Rapanui, la isla más 'aislada' del mundo. Y donde --como decía Pablo Neruda-- todo es altar / donde todo es taller de lo desconocido, en sus 180 kilómetros cuadrados, la cual fue anexada a Chile en 1888, aunque se ubique lejana a 3.760 kilómetros de sus costas hacia la Polinesia (se llega luego de cinco horas de vuelo desde Santiago). Por eso --además por este corto espacio para escribir--, es mejor centrarse en uno de los aspectos mencionado de manera provocadora por el gran explorador Thor Heyerdahl, de modo sucinto por el etnólogo Paul Rivet y con chispazos que prometían estudios posteriores de otros tantos investigadores prestigiosos: la presencia inca en Rapanui.
Hay análisis sorprendentes de la parte peruana y la rapanuense. Antes de morir, nuestro genial historiador José Antonio del Busto publicó el libro "Túpac Yupanqui. Descubridor de Oceanía", en el que --siguiendo las versiones dejadas por los cronistas españoles Sarmiento de Gamboa, Murúa y Cabello de Balboa-- hace una hipótesis sobre el viaje del todavía 'hatun auqui' (príncipe conquistador) a Pascua, para conocer el lugar donde dormían el Sol, la Luna y las estrellas. Por otro lado, en la propia Isla de Pascua está su más grande arqueólogo originario, Sergio Rapu, quien anuncia que vendrá el próximo año al Perú para sustentar sus emocionantes tesis.
En el viaje seguí el rastro de los estudios de los dos. Empecemos por el peruano. En las crónicas españolas se habla del viaje de Túpac Yupanqui a dos lejanas islas, una de las cuales se llamaba Ninachumbi, traducida como 'Isla parda de fuego'. El primer indicio venía desde el nombre: las hogueras que los rapanuenses hacían debajo de los moáis, esas enormes esculturas de toba volcánica para honrar a sus antepasados sagrados, y también por sus volcanes como el Rano Raraku (que era la cantera de moáis y su ahora cementerio).
Según Del Busto, Túpac Yupanqui pudo arribar a Rapanui por 1465. Lo más emocionante, por esto, después de llegar a Hanga Roa (la única ciudad, de 5 mil habitantes), fue caminar por una hora hacia el sur hasta llegar al ahu (altar monolítico) de Vinapú, donde según el historiador desembarcó el futuro "inca resplandeciente".
Aquí existe un muro que muestra una similitud instantánea con el cortado, tallado, pulido y encajado del estilo imperial de la parte baja de Sacsahuamán (que para mayor asociación fue construido por Túpac Yupanqui, justo en la época del posible viaje). Del Busto lo vio también próximo a la parte alta de Ollantaytambo y sobre todo al palacio de Cora-Cora de Inca Roca. El trabajo pétreo en Vinapú es, al mismo tiempo, el primer, único y último caso. No hay otro ejemplo similar en Oceanía... Vinapú es vocablo desconocido en el dialecto rapa nui, también extraño a las lenguas polinésicas... en quechua, empero, significó 'un brebaje fortísimo que embriaga repentinamente'. No puedo hablar de tragos, pero sí de la inmensurable energía del sitio, que blanquea la mente, similar a lo que se siente en Machu Picchu o Choquequirao.
Según el naviero Del Busto, aquí el príncipe pudo construir este pedazo de arquitectura inca para honrar su llegada o para saludar la salida del sol. Para él, viajó antes a las islas polinésicas de Mangareva y Nuku Hiva: en la primera se cuenta la leyenda del rey Tupa y en la segunda se conserva una especie de quipus llamados, sin coincidencia, quiponas. No hay analogías con el nombre Túpac en los mitos rapanuenses. No obstante, existe el del príncipe fundador y visitante Mahuna-te Ra'á, que significa 'Hijo del Sol'. Y además cuando uno camina por toda la isla escucha a los más ancianos llamar tupas a los montículos de piedra que sirven para avistar lo que viene del mar.
Y para mayor profundidad, los sombreros rojos de los moáis al estilo de moños, que señalaban la mayor importancia sagrada por ejemplo en la playa de Anakena, se llaman pukao... y puka en quechua es rojo.
Murúa escribió que cuando Túpac Yupanqui regresó al Cusco "truxo, para obstentación de su triunpho, una gente como negros". Para Del Busto eran justamente los morenos rapanuenses de ancestros melanesios.
Los indicios con las culturas del antiguo Perú son ostensibles. En 1956, Thor Heyerdahl encontró en una ladera del volcán Rano Raraku el moái de cuatro metros Tukuturi, arrodillado como orando, y lo comparó con los monolitos de Tiahuanaco. La investigadora chilena Malú Sierra escribió citando al antiguo rapanuense Lukas Pakarati, que llegaron del Perú los orejones, una raza específica... Estos pudieron haber emigrado a la llegada de los españoles, a través del océano... Se habrían mezclado con los habitantes originales y adoptaron su religión, pero conservando sus ritos en secreto. Resulta que es famosa la leyenda de los orejas largas, que deformaban sus lóbulos, tanto que incluso Kevin Costner hizo una película.
El antropólogo Arthur Posnansky encontró rasgos de escritura en las rocas de las islas del lago Titicaca, que comparó con las halladas en las tablillas de Rongo-Rongo, donde aparecía la extinguida escritura rapanui. Porque, para seguir con las relaciones con nuestro país, los 'piratas peruanos' fueron los culpables de que su religión y cultura ancestral desaparecieran, cuando llegaron desde 1862 a capturar a miles de rapanuenses para trabajar como esclavos en las islas guaneras y haciendas de Chincha.
Solo volvieron 15 con vida debido a la protesta internacional, y trajeron la viruela. Según el antropólogo Nelson Castro, entre los nativos capturados y enviados al Perú figuraban el ariki (sumo sacerdote) Henua Kaimaroi y su sucesor. Y murieron.
El arqueólogo rapanuense Sergio Rapu descubrió en 1978 que los moáis tenían ojos de obsidiana y coral. Fue él también quien hace un par de años reveló el gran misterio: la forma de transportar los moáis por kilómetros (difundido por History Channel). Rapu cree en las conexiones con el antiguo Perú: mejor reflejados en el camote llamado aquí kumara, igual que en el quechua norte y que era una planta que se domesticó allá y vino aquí.
Pero Rapu es más audaz: yo voy más allá: con la cultura mochica, en cuya cerámica y escultura lítica se trabajan los ojos incrustados, igual que en los moáis. Esta cultura se desarrolló hacia el siglo V y VI d.C. y entró en crisis. Y es posible que se fueran a la mar para sobrevivir y llegaran acá... No hay en la Polinesia en esa época estatuas similares con ojos incrustados. Yo hipotetizo: ¿no se habrán juntado mochicas con polinésicos y en su mezcla produjeron estas estatuas gigantes de isla de Pascua?
Rapu revela algo más: los estudios genéticos que hizo con Jean Dausset (el premio Nobel de Medicina que descubrió el método HLA para análisis de sangre más sofisticados), en los años 70. Estos recién han dado resultados, junto con el método del ADN, en la sangre de los antiguos rapanuenses: tienen mezclada sangre de indios americanos. Ahora se harán estudios así con los restos de antiguos ratones que llamaban 'kioe'. En Perú se llaman cuy, le digo. Responde: ¡Tengo que ir al Perú!.

No hay comentarios: