06 mayo, 2010

ICOMOS PERU: Conclusiones y Recomendaciones del SIMPOSIO: “EFECTOS DE LOS DESASTRES NATURALES EN EL PATRIMONIO CULTURAL: Monumentos y Sitios

Comparto información enviada por ICOMOS PERU, vuestro conocimiento y comentarios.
Fuente : patrimonio Vivo -Icomos Peru
En texto simple abajo pegado y documento en link

SILVIA DE LOS RIOS

Día Internacional de los Monumentos y Sitios

SIMPOSIO: “EFECTOS DE LOS DESASTRES NATURALES EN EL

PATRIMONIO CULTURAL: Monumentos y Sitios”

Evento desarrollado para conmemorar el día del monumento, instituido el 18 de abril

por la UNESCO, a propuesta de ICOMOS, institución internacional a la que

representamos en el Perú, que vela por la preservación, investigación y conservación

del patrimonio arquitectónico y arqueológico.

Desde hace medio siglo, un conjunto de especialistas ha asumido la necesidad de

aunar esfuerzos para lograr que las naciones y sus Estados protejan, defiendan,

investiguen, conserven y den a conocer sus bienes culturales. Para ello, se han

elaborado documentos y difundido criterios acerca de diversos aspectos relacionados

con el patrimonio cultural; se evalúan propuestas y se proponen planteamientos en

reuniones periódicas en diferentes partes del mundo. Este año nuestra entidad,

ICOMOS, cumple 45 años de labor desde que se constituyera en 1965.

Optamos por el tema enunciado como eje directriz de esta reunión porque, como es

conocido, enfrentamos impactos en el medio ambiente por fenómenos naturales cuya

periodicidad aún no está bien registrada en el largo tiempo, a los que estamos

agravando los seres humanos por el uso inadecuado del suelo, el agua y los demás

recursos del planeta.

Si ponemos la atención en nuestro país, éste se encuentra atravesado por la

Cordillera de los Andes que, conjuntamente con el Anticiclón del Pacífico Sur, la

Corriente de Humboldt, los Vientos Alisios, el Anticiclón del Atlántico Sur, han

configurado un territorio accidentado con diversas zonas ecológicas pero, además,

expuesto a cambios de clima periódicos que tienen, igualmente, manifestaciones

desiguales, lluvias e inundaciones, nevadas, sequías, desertificación, arenamiento,

aumento o retroceso en el nivel del mar; a procesos tectónicos, terremotos,

maremotos, erupciones volcánicas; y a eventos espaciales, meteoritos.

La información que la arqueología viene recuperando ha registrado el impacto de

algunos de estos fenómenos naturales en algunos períodos de la historia cultural

prehispánica; una secuencia de sismos, inundaciones, sequías y desertificación, en la

mayoría de los casos, causaron el colapso de los sistemas sociales, como en la

civilización Caral y los Estados Moche, Nasca, Tiahuanaco, y contribuyeron a la

caída del imperio Inca.

Recientemente, la sucesión de fuertes sismos en Haití, Chile, China; las lluvias

torrenciales y derrumbes en Río de Janeiro; los deshielos y aluviones en varias

ciudades del Perú, entre otros desastres, han ocasionado la pérdida de vidas

humanas y, También, de los monumentos, que guardan la historia colectiva y los

requerimos como símbolos de identidad.

Cabe señalar, también, que los sitios y monumentos de nuestra herencia cultural no

sólo están expuestos a una serie de amenazas naturales sino sociales, que atentan a

su preservación, integridad y autenticidad. En nuestro país carecemos de una

adecuada legislación; de una institución fortalecida, un Ministerio de Cultura, que lo

tienen países vecinos, como Chile y Ecuador; y del presupuesto económico

indispensable para la ejecución de las acciones de defensa frente a los desastres

provenientes de la naturaleza como de la acción humana.

El patrimonio cultural es un recurso frágil, no renovable; su destrucción,

desintegración o pérdida de autenticidad no son recuperables; su desaparición

lesiona la memoria de una sociedad y con ello se le impide el reconocimiento de lo

que fue, para comprender lo que es y cohesionarse para lo que debe ser. Requerimos,

por tanto, que las políticas de Estado incluyan al patrimonio cultural como parte

necesaria e imprescindible en los programas planificados, a corto, mediano y largo

plazo, para promover el desarrollo social integral.

Pero, para conocer lo acontecido en el pasado y lo que puede ocurrir en el presente se

requiere tener acceso a mayor información multidisciplinaria, por eso el Comité

Nacional de ICOMOS Perú ha promovido esta reunión para tratar el tema de los

fenómenos naturales que vienen afectando al planeta y a nuestro país, a la vida de

los seres que lo habitamo, y a los monumentos; éstos han sido edificados por las

sociedades que nos antecedieron, son expresión de nuestra historia social y, por

tanto, constituyen un patrimonio compartido por todos.

A la reunión concurrieron como expositores especialistas de diversas disciplinas para

intercambiar conocimientos y proponer acciones conducentes a la protección de los

bienes culturales del país. Igualmente, participaron profesionales y público

interesado en compartir información sobre las condiciones del territorio donde

vivimos, su grado de vulnerabilidad y la responsabilidad social que debemos asumir

para mitigar los efectos de los desastres naturales.

El Comité Nacional de ICOMOS Perú contó con el valioso apoyo de la Universidad

Ricardo Palma, que nos concedió el uso de su auditorio sin costo alguno.

Al finalizar el evento, se confrontaron la información y propuestas presentadas por

los ponentes y asistentes, que presentamos a continuación:

Conclusiones y Recomendaciones:

Poner en relieve que la conservación de los valores históricos, culturales, sociales

y artísticos de un monumento requiere que éste sea percibido como un todo

estructurado, cuyos componentes no pueden ser alterados. Asimismo, el

monumento se encuentra en un espacio que, también, tuvo un diseño y, por ello,

cualquier intervención debe respetar la integridad del edificio y del espacio

donde éste fue construido. La desmonumentalización y la desnaturalización del

paisaje cultural son actos que infringen graves lesiones al patrimonio, al

significado que éste contiene y transmite a la sociedad, y a la nación a la que

pertenece el patrimonio como herencia cultural.

Fomentar la formación de equipos multidisciplinarios encargados de evaluar el

estado de los monumentos en relación con la edificación y el lugar donde están

ubicados. La identificación de problemas y el diagnóstico deberán hacerse en el

marco de una política de conservación para determinar la vulnerabilidad y

plantear intervenciones que prevengan la destrucción de este patrimonio cultural

nacional. Asimismo, todas éstas deberán ser efectuadas bajo la supervisión

técnica de equipos multidisciplinarios.

Hacer gestiones para que el patrimonio cultural, mediante planes concretos de

protección, investigación y conservación, sea incluido en las políticas de Estado a

nivel local, regional y nacional y que los planes de desarrollo tengan en cuenta la

importancia de preservar los sitios y monumentos porque éstos tienen un

contenido histórico, de relevante significación para la cohesión e integración

social.

Lograr de las autoridades del Poder Legislativo y Ejecutivo los cambios

correctivos a la legislación y regulaciones normativas para que se pueda proteger

y defender el patrimonio cultural y que los planes, elaborados por especialistas en

patrimonio cultural, sean incluidos en los programas de gobierno planificados a

corto, mediano y largo plazo; el fortalecimiento de la institución encargada de

velar por la preservación y adecuada investigación, conservación, protección y

defensa de los sitios, monumentos y su entorno; y la asignación del presupuesto

requerido para la ejecución de las acciones programadas.

Considerar que no sólo los fenómenos naturales han causado daño a los

monumentos sino las actividades humanas y, por tanto, se hace necesaria la

permanente contrastación de inventarios y la aplicación de las sanciones

correspondientes a los responsables de la destrucción; así como la importancia de

efectuar el mantenimiento y monitoreo de los monumentos; y la difusión de los

valores culturales en los programas educativos y en los medios de prensa para

concientizar a la sociedad en su conjunto.

Destacar la necesidad que todos los integrantes de la sociedad y el Estado

conozcan la historia de la ocurrencia de sismos, tsunamis, cambios climáticos, su

periodicidad, intensidad y sus consecuencias en el territorio nacional con el fin

de promover la adecuada participación de ciudadanos y autoridades como

agentes activos en la protección de la vida y en la preservación de los

monumentos y su entorno. De este modo, se tendrá presente que sólo a través de

la prevención, sistemática y metodológicamente ejecutada, se logrará mitigar los

efectos de los desastres naturales y sociales. La responsabilidad es del Estado y la

sociedad en general.

Recomendar la conveniencia de utilizar la tecnología tradicional de la quincha en

las construcciones. Este material ha mostrado adecuadas condiciones frente a los

movimientos sísmicos, cambios de clima a través de la historia de cinco mil años

desde Caral y es de bajo costo económico.

Expresar una especial preocupación por la situación de los sitios y monumentos

arqueológicos e históricos, que no son tenidos en cuenta por las autoridades en

los programas o proyectos de “desarrollo o modernidad” en el área rural o

urbana. Uno de los casos denunciados es el Centro Histórico de Lima, con

importantes monumentos de los siglos XVI, XVII, XVIII al XX, como los de

Aliaga, O’Higgins, Bolivar, Ricardo Palma, Juana Alarco, Felipe Pinglo, entre

otros, representativos de personajes y períodos históricos ni siquiera bien

conocidos por la sociedad limeña no obstante su reconocimiento como

patrimonio mundial. El 83% de monumentos se encuentra en alto riesgo.

Llamar la atención de las entidades internacionales acerca de los criterios que se

requieren aplicar en la conservación de los monumentos ubicados en territorios

sísmicos, para confluir esfuerzos e identificar aquellas tecnologías y materiales,

reversibles, que serían apropiados a estas condiciones, de modo que se pueda

asegurar mejor la preservación de los monumentos.

ICOMOS-PERÚ

Lima-Perú, 17 de abril 2010

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