06 septiembre, 2009

Se depreda al patrimonio histórico de Cajamarca

Se depreda al patrimonio histórico de Cajamarca

3 Sep, 2009
fuente : http://www.panoramacajamarquino.com

Con la venia consentimiento y autorización del INC. y de diversas autoridades.

Hace muy poco en un espacio libre de la Iglesia de las Concepcionistas Descalzas, más conocida como la Iglesia de las Monjas aparecía un gigantesco cartel que señalaba el inicio de una obra denominada “RESTAURACIÓN DEL MURO PRETIL DE LA IGLESIA CONCEPCIONISTAS DESCALZAS” a continuación decía financia Fondo de Solidaridad Minero a continuación, monto S/. 62,000.00 que dentro del mes cambió automáticamente y sin saber como a S/. 93,000.00; inicio de la obra febrero 2009, termino de la obra mayo 2009 y con mayor extensión en el logotipo el nombre de una firma desconocida, trujillana, como ejecutora de tal obra restauradora.

Para los que amamos a Cajamarca cualquier obra que se haga será bienvenida, pero ella tendrá que hacer ejecutada de manera científica, técnica y de acuerdo a las normas que rigen nuestro sistema.

Emocionado por tal noticia concurría al INC donde aún no se había presentado ningún expediente técnico y envié una carta al jefe de la institución haciéndole ver, que era importante que en esta obra se tenga mucho cuidado ya que para poder ejecutarla el método adecuado era el de la ANASTELOSIS (procedimiento por el cual para que el patrimonio mantenga su calidad como tal debería aplicarse de manera muy rígida, siguiendo el sistema firmado con la UNESCO, donde cada piedra tiene que enumerarse y volver a colocarse en su posición original, armándolo como un rompe cabezas). No hubo respuesta, pero al pasar los días me encontré con la grata sorpresa que ya los trabajos ya habían avanzado muy rápidamente y de manera contraria a todos los dispositivos y técnicas que demanda una restauración. De inmediato presente basado en la ley de Acceso a la transparencia a Información Pública, un documento solicitando se me informe quien había presentado el expediente, que comisión técnica lo había aprobado y que esperaba que no haya sido el centralismo limeño a quien se le hubiera ocurrido nuevamente pasar por la cabeza de INC – Cajamarca, pues es costumbre que cuando Cajamarca se opone a algo, basta viajar al INC – Lima donde se obtendría de manera rápida y contundente el permiso, por más que atente contra el patrimonio que le otorga valor a un pueblo, como ya lo hemos visto en los cajeros del Banco de Crédito, en el proyecto híbrido de Costa del Sol que se encuentra al costado de la Catedral y otros más que no son motivos en esta oportunidad del tema específico.

Cuan infeliz e incauto me sentí cuando al recibir la respuesta, también por escrito, que quien había aprobado el expediente había sido el INC – Cajamarca, que no estaba completa en su presencia la totalidad de miembros de la Comisión Calificadora de Proyectos (Representante del INC, representante de los Colegio Profesionales de Ingenieros y Arquitectos, el de la Municipalidad, etc.). Otra sorpresa el Jefe del Área Técnica no era ni ingeniero ni arquitecto sino abogado, la supervisora no tenía en su curriculum un solo documento o estudio que determine experiencia en restauración y tan solo se me hizo conocer que existía una arquitecta con estudios en la UNI, pero no en restauración sino en programa parecido y que el día de hoy el pedido de manera legal su maestría en este tema.

Con esta sorpresa, como se podría esperar que las obras de recuperación del patrimonio sean un éxito, como se podría esperar lo mismo si el Fondo de Solidaridad Minero otorga el dinero si el más mínimo criterio de lo que es un presupuesto y que lo desconoce completamente y todas las instituciones involucradas aprobando proyectos sin dar importancia técnica a lo que su misión le corresponde y no solamente en el caso de restauración, sino ya hemos visto los problemas de la Plaza Pecuaria, del UNOPS, de la Planta de Desechos de Residuos Sólidos y otros donde cada paso que dan, deterioran todo como en su interior tendrían una aberración por Cajamarca para destruirla y no construirla para que se desarrolle de manera mediocre y antitécnica, cuando se otorgan montos sobrevalorados y que no guardan relación directa con el proyecto a ejecutar.

El Templo de las Monjas o de las Concepcionistas Descalzas fue concebida el 29 de Junio de 1743 por Real Cédula dada en Buen Retiro y aprobado en el Concejo de Indias luego de haber sido aprobado el 20 de octubre de 1742 para el establecimiento “de un Convento de Monjas Claras con el Titulo y vocación Concebidas” en la ciudad de Cajamarca.

De acuerdo a las crónicas llegaron a Cajamarca el 03 de setiembre las primeras religiosas, permaneciendo en viviendas provisionales, hasta la construcción de la Iglesia y monasterio definitivos en el lugar que hoy ocupan. Se manifiesta que posiblemente se haya iniciado la obra entre el 14 y 17 de octubre bajo la dirección de Fray José de Rivera y fue terminada en la década de 1760 bajo la dirección del arquitecto Martorel concluyéndose de manera definitiva entre 1806 y 1807.

Cabe hacer notar que tuvo mucha influencia en esta construcción, el Alguacil Mayor del Tribunal del Santo Oficio don Pedro Ventura de Orbegozo un español Vizcaíno, contándose que sin poder contenerse por el entusiasmo, se despojó del espadín con empuñadura de oro que usaba diariamente y lo arrojó al hoyo donde se colocaba en el momento del inicio de la construcción en la ceremonia de colocación de la primera piedra y vivió para verla terminada en 1806 dando motivos a diversas ceremonias, misas solemnes que fueran oficiadas por el religioso don Tadeo Cáliz en representación del Obispo de Trujillo, Monseñor José Carrión y Marfil.

La construcción de la edificación es de estilo neo-clásico con un área de 7,000 m2 con un frente de 70 m. y con un fondo de 96 m., su techo de dos aguas de teja y calamina y según las crónicas su construcción está construida por ladrillo, calicanto, piedra y adobe.

Pero lo que acabamos de mencionar, es la historia, que a partir del día viernes 28 de agosto del 2009 en que fuera reinaugurado el muro pretil, todo cambió, a lo contado anteriormente de que su construcción estaba construida por ladrillo, calicanto, piedra y adobe a partir de esta fecha tendremos que manifestar sinceramente, sin engañar a los propios y a los turistas que este templo YA HA PERDIDO SU VALOR HISTORICO, pues dada la desidia, la irresponsabilidad, la falta de conocimiento de los que algún día se creyeron RESTAURADORES cometieron una de las más grandes aberraciones cuando haciendo caso omiso a lo que es experiencia en restauración, desconociendo el valor constitucional que tienen las leyes internacionales firmadas con el Perú, se hizo caso omiso a todos los convenios firmados en el tema de restauración con casi la totalidad de países del mundo, dejando de costado a la UNESCO, institución que es la que fiscaliza y labora para que el patrimonio de los pueblos se conserven y de esta manera mantengan su identidad cultural, intelectual y que se identifiquen los ciudadanos con lo que son evitando vanos alineamientos. Se quedaron de costado dos principios básicos de la Carta de Venecia que claramente establece que la restauración se termina donde empieza la imaginación y otro principio que establece en la misma carta el principio de menor intervención.

Lo que se ha hecho con el Templo de las Monjas no tiene nombre, se cambión un muro que no debía hacerse, porque nunca estuvo en peligro de colapsar; el apreciar que una de las puertas laterales que tiene acceso a Jr. Amalia Puga hizo, que los advenedizos, creyeran que el muro no soportaba la puerta de fierro; frívolos, poco constantes, faltos de estudios, ignoraron que esa falla fue realizada por un camión que chocó al retroceder para dejar losetas en horas de la noche, cuando las monjitas sin tener poseer el permiso correspondiente estaban cambiando el piso original de la colonia llamado pastelero por el que anunciamos anteriormente. Y en la ignorancia más torpe procedieron a colocar una columna de fierro armado de 175 kg/cm2 con fierro de media pulgada para-según ellos- pueda soportar el peso referido. No entendieron que si el calicanto y la piedra lo soportaron por tanto tiempo para que innovar nueva tecnología yendo contra todas las normas de restauración.

La colocación por anastelosis, la dejaron de costado y procedieron a derrumbar todo el muro y sin mayor vergüenza el INC-Cajamarca a través de su supervisora me indica, no de acuerdo a lo que ella ha verificado sino que los constructores le manifestaron que aproximadamente había usado solamente el 31% de la piedra original. Cavaron las zanjas para la cimentación y no usaron la piedra, el calicanto original sino hicieron el vaciado de un cimiento corrido, tan igual ilustre lector como el que tú realizas cuando vas a construir tu casa. Hoy con intervenciones anteriores y que en su oportunidad comuniqué al INC, tenemos que se intervino con gente improvisada, que esas intervenciones nunca se presentó expediente técnico, tan solo una carta diciendo “que iban a realizar algunas mejoras”, las mismas que se encargaron de usar la picota para desechar los tarrajeos coloniales de calicanto y cambiarlo por cemento. Hoy la fachada y la pared lateral de Amalia Puga ya no poseen valor histórico y haríamos mal engañar al pueblo diciéndoles lo contrario.

Mientras que otros usamos el bisturí para evitar dañar un milímetro de piedra, para evitar que la pátina del tiempo deje de mostrar los años de su propia vejez. Hoy, se encargaron de que la picota es más práctica cuando el interés no es velar por la riqueza arquitectónica sino cuando el señor dinero acaricia más suavemente los bolsillos de gente inescrupulosa, ya que ellos como no son cajamarquinos un día se irán de nuestro terruño…sin importarles nada… contentos por haber logrado una gran casa o un buen carro…y pensar que nosotros los recibimos con brazos abiertos para que logren el desarrollo de nuestro pueblo y que lamentablemente nos volvimos a equivocarnos

Por: Francisco Arroyo Cobián.

Ex – Alcalde de Cajamarca.

Ingeniero Civil – Restaurador de Obras.

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