09 febrero, 2009

Cerca de 300 piezas de arte religioso fueron robadas en 2008 en Perú


Fuente:
EFE
Actualizado 04-02-2009 17:59 CET
Lima.- Un total de 292 piezas de arte religioso, entre lienzos coloniales y joyas de oro y plata, fueron robados en Perú en 2008, frente a los 228 del año anterior, pero únicamente se recuperó uno de ellos, informó hoy el Instituto Nacional de Cultura (INC).

Foto:La huaca Pucllana, un centro ceremonial prehispánico ubicado en el distrito residencial de Miraflores, en el corazón de Lima, confirma el fabuloso legado arqueológico que alberga la capital peruana. EFE/Archivo

Además, la directora de Defensa del Patrimonio de la institución, Blanca Alva, dijo al diario Perú.21 que no existen cifras reales sobre los robos sacrílegos que ocurren en el país porque sólo se informa al INC menos del 10 por ciento de los casos.

El año pasado hubo 20 robos en el que se extrajeron 292 piezas de arte, pero sólo se ha podido recuperar un lienzo colonial, frente a los 29 robos de 228 objetos y 18 recuperaciones de 2007, detalló la especialista.

Uno de los principales inconvenientes que afronta el INC para poder ubicar las piezas hurtadas es que la mayor parte de los bienes no está inventariado y se desconocen sus características.
Además, según Alva, el Código Penal discrimina el patrimonio histórico porque impone penas de dos a cinco años de cárcel y de 90 a 180 días de multa por el robo de bienes en iglesias.

Uno de los hurtos más sonados de 2008 fue el cometido en el convento de Ocopa, en la región andina de Junín.

Allí una banda se llevó del templo dos cuadros tallados en piedra de Huamanga (una piedra blanca que brilla en la oscuridad), dos pinturas al óleo del siglo XVI, así como piezas de oro y plata del museo del templo.

La mayoría de los ladrones fue detenida, pero el autor intelectual del robo, un ex novicio identificado por la policía, sigue libre y posee una tienda de antigüedades en una elegante zona de Lima.

El jefe de la división de Robos de la Policía Peruana, René Munarriz, declaró a Perú.21 que las organizaciones dedicadas al robo de este tipo de bienes están distribuidas entre los que ejecutan el robo, los que financian el delito y se encargan de vender el objeto, y el coleccionista o cliente.
En la mayoría de casos, los objetos son sacados del país como carga, escondidos en maletas o encomiendas, con dirección a Ecuador, Bolivia, Colombia y Brasil, indicó Munarriz.

Algunos son comercializados en esos países y después parten a Estados Unidos y Europa, principalmente a Alemania, para ser vendidos a coleccionistas contactados muchas veces por Internet.

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